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Morocco
La verdad es que me resulta bastante difícil escribir este post porque son tantas las sensaciones, recuerdos y nuevas experiencias que me traje de Marruecos que es casi imposible transmitirlas en palabras o inclusive imágenes. Así que voy a intentar lo mejor posible compartir mi diario de viaje con algunos consejos y tips de uno de los países más especiales y diferentes que conocí.
Cuando pensamos en Marruecos automáticamente pensamos en Marrakech, su ciudad más importante y conocida turísticamente, pero la verdad es que hay muchísimo más por conocer y si los días alcanzan, recomiendo recorrer un poco de todo… ciudades, pueblos, desierto, montaña, y hasta playa. Si bien claramente me quedó mucho por ver, creo que el viaje que hicimos abarcó un poco de todo lo que consideraba indispensable visitar y me fui más que feliz y satisfecha con todo lo que conocí.
Nuestro vuelo aterrizó en Marrakech (después de una escala de una hora en Casablanca), y de ahí arrancamos nuestro recorrido de 12 días.
Marrakech
Con su tan particular fusión de culturas, esta ciudad es un total mix de sensaciones, sabores, colores y olores. Siempre me sentí atraída por la cultura árabe, y desde el primer minuto que puse un pie en esta ciudad ya estaba fascinada con todo a mi alrededor. Dentro de la ciudad, está la Medina, que sería el casco histórico amurallado. Es ideal hospedarse dentro de la Medina porque realmente casi todo sucede ahí dentro. Hay algunos hoteles boutique montados en auténticos Riads (palacios árabes) que son ideales para quedarse. Acá un resumen con algunas cosas que no pueden dejan de hacer o visitar en Marrakech:
- Los Souks – Sin lugar a dudas el atractivo más especial de la ciudad son sus laberínticos mercados en el medio de la Medina, donde se venden todo tipo de artesanías, vajilla, alfombras, productos cosméticos naturales, lámparas, ropa, canastos, carteras de cuero, zapatos, teteras, especias y hierbas de todo tipo, comida, etc. etc. etc. Es un ambiente muy intenso, con mucha gente circulando, vendedores ofreciendo sus productos, todo tipo de aromas y comidas. La verdad es que los ojos se te van de un lado para otro, toda una fiesta de sentidos.
Con mi nuevo canasto de pompones!
- Plaza Jamaa el Fna – Esta es la plaza principal en la Medina. Acá pasa realmente de todo. Es un lugar de reunión para la gente de Marrakech y todo un “circo” para los turistas. Su hora pico es al final de la tarde, cuando se llena de gente que se acerca para comer en los puestitos callejeros y ver todo tipo de atracciones como música en vivo, bailes, serpientes serpenteando al son de alguna flauta, tatuadoras de henna (todo un arte en Marruecos), alguna manifestación, o simplemente alguna persona mostrando su destreza. También están todos los carritos de frutas, donde preparan los jugos más ricos! Para quienes no sabían, en Marruecos se encuentra un tipo de naranja muy dulce que es exquisita! Ideal tomar un juego mientras se recorre la plaza.
- Jardin Majorelle – Un jardín botánico a las afueras de la Medina diseñado por el francés Jacques Majorelle, luego comprado en 1980 por Yves Saint Laurent y Pierre Bergé. Un recorrido súper interesante repleto de vegetación de todo tipo.
- La Mamounia – Considerado uno de los lugares más fascinantes de Marrakech, La Mamounia es un hotel de super lujo con 8 hectáreas de jardines increíbles, interiores imponentes, varios restaurantes, una casa de té, y un spa alucinante entre otras cosas. Queda dentro de la Medina, y aunque no se hospeden en el hotel vale la pena ir a visitarlo, recorrer los jardines, comer en alguno de los restaurantes o tomar algún drink en Churchill Bar (nombrado así por uno de sus clientes más habituales).
Recorriendo los jardines de La Mamounia
En la casa de té del hotel- Ademas del clásico té verde marroquí, sirven unos macarrons, masitas y helados artesanales alucinantes. Por su influencia francesa, en Marruecos se come una pastelería increíble.
Outfit: Vestido y choker, Forever 21. Sandalias, Topshop. Sombrero, Lack of Color. Cartera, comprada en Marruecos.
Uno de los salones mas increíbles
En uno de los patios internos del hotel, camino al spa.
Outfit: Top, Fashfinds. Falda y sombrero, Forever 21. Camisa, Zara. Sansalias, Asos. Cartera, comprada en Marruecos.
Día de Spa en La Mamounia
Nuestro cuarto con balcón y vista a los jardines del hotel
- Té verde – Para quienes amamos el té, Marruecos es un paraíso! La variedad de tés es íncreible, y la forma de servirlo es todo un ritual. El clásico es el té verde, que lo sirven con hojas de menta y azúcar o miel. También lo preparan con algunas especias y queda espectacular. Lo sirven en clásicas teteras marroquís en vasitos de vidrio. Para ellos el té es como agua, lo toman en todo momento y es fundamental servirlo desde una distancia alta para que haga espuma. Una costumbre de la cual nos apropiamos todo el viaje…
Tea Time al atardecer en el rooftop del Cafe des Epices
Té en Grand Cafe de la Poste
- Resturantes preferidos en Marrakech – Para mí la comida y la experiencia gastronómica es una de las partes más importantes de cualquier viaje que hago. Y ni hablar cuando estoy conociendo una cultura tan distinta y nueva para mí. Además de aconsejar probar todo tipo de streetfood, estos fueron algunos de mis restaurantes preferidos: Café de La Poste, Pepe Nero, Nomad, el restaurante marroquí dentro de La Mamounia. Algunos de los platos típicos árabes son el cous cous, la tajine, la ensalada marroquí y la sopa harira.
Roadtrip de Marrakech hasta el Desierto del Sahara
Una de las mejores formas de recorrer un país nuevo es en auto, bajando para conocer pueblos en el camino, comiendo en lugares bien autóctonos y pasando por todo tipo de paisajes. El roadtrip desde Marrakech hasta el desierto del Sahara (con paradas de todo tipo y una noche de hotel) dura aproximadamente dos días. Y fue para mí una de las partes mas especiales del viaje. Lo ideal es contratar un choffer/guía turístico para hacerlo. Estas fueron sólo algunas de las paradas más interesantes del roadtrip:
- Atlas Mountains – toda la travesía a través de las montañas Atlas es increíble. Una ruta sinuosa con todo tipo de paisajes, pueblitos, puntos altos de nieve, ríos, etc.
Tea with a view
Un pit-stop muy normal…
- Dades Valley & Gorge Todra – Paisajes rocosos y acantilados impresionantes.
- Oasis y Kasbahs – A medida que nos acercamos al desierto el paisaje se va poniendo cada vez más árido y se empiezan a ver varios oasis verdes que son increíbles y vale la pena parar a ver. También son alucinantes los Kasbahs antiguos (pequeños pueblos o espacios fortificados de origen bereber, típicos de la arquitectura marroquí) que se
Outfit: Vestido, Forever 21
- Rissani – Último pueblo antes de entrar a las rutas del desierto. Un pueblo con mucha historia por tratarse de la parada de las caravanas del desierto, y punto de comercio de oro, marfil, esclavos y animales. El souk de este pueblo es uno de los más importantes y grandes de esta zona.
- Kasbah Ait Benhaddou – uno de las paradas más lindas de todas. Se trata de un pueblo fortificado antiguo compuesto por 6 Kasbahs construídos en arcilla hace más de mil años. Actualmente abandonado (sólo 4 familias viven ahí) y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Recorrerlo es realmente un viaje en el tiempo…
Outfit: Top, H&M. Jeans, Yagmour. Sombrero, Forever 21. Zapatillas, Superga.
Desierto del Sahara
Jamás pensé que adentrarse en dunas y dunas de arena pudiera ser tan espectacular! Pasamos dos días en el desierto haciendo de todo:
- Safari – recorrimos en el techo de nuestra camioneta una parte del desierto casi en al frontera entre Marruecos y Pakistan. Paramos a conocer un antiguo pueblo francés que funcionaba como base militar en la frontera. Hoy en día no es más que ruinas de color arena completamente mimetizadas con el paisaje. También paramos a conocer las tribus berber, nómades que viven en el desierto. Me resultó fascinante ver como viven estas familias, de donde sacan el agua, sus carpas, sus ganados.
Tomando té en una carpa nómade con una familia berber.
- Paseo en camello – no podía faltar un paseo en camello por las dunas a la hora del atardecer!
- Noche de glamping en el desierto – experiencia más que recomendable. Cenar y dormir en el desierto bajo un cielo infinitamente estrellado es de verdad inolvidable.
Del Sahara a nuestro siguiente destino, Fez, fuimos en auto con nuestro guía. Son aproximadamente 7 horas con algunas paradas.
Fez
Fez es otra de las ciudades más grandes e importantes de Marruecos. Si bien es menos conocida turísticamente, la verdad es que no tiene nada que envidiarle a Marrakech. El esquema es más o menos el mismo, lo ideal es quedarse en algún Riad dentro de la Medina. Y al igual que en Marrakech los puntos infaltables para recorrer son los souks, las madrazas (escuelas antiguas donde se estudia el corán), la mesquita, y simplemente perderse por las calles de la medina.
Riad 72 – nuestro hotel en Fez. Increíble estadía.
Visitando la curtiembre Al-Chauara, la más antigua de la ciudad.
En la Madraza Al-Attarine.
Con mis nuevas Baboush! – Clásico slipper árabe ( Son divinos, hay de todos los colores, con bordados, dibujos, estampados y piel. Y encima ahora más que nunca son un zapato in-trend! Muchas de las grandes marcas sumaron baboush a sus colecciones! Y qué mejor que comprar las auténticas y a precios irresistiblemente baratos!
Exfoliación y masajes en Riad 72
De Fez volvimos en un tren de 6 horas a Marrakech, desde donde saliía nuestro vuelo de vuelta a San Pablo. Así que aprovechamos unos últimos dos días en esta ciudad para perdernos nuevamente por los souks, probar algunos restaurantes que habían quedado pendientes y disfrutar de una estadía increíble en La Mamounia. Espero que les haya gustado este (no tan) pequeño resumen de mis días en Marruecos! Y para quienes piensen viajar y tengan alguna consulta no duden en escribirme!!!